¡La destacada agricultora de Paraná!
Carla Rossato dirige su granja familiar con valentía y previsión hacia el futuro.
El calor sofocante se instala en Sertaneja y Santa Mariana. Las dos pequeñas ciudades del norte de Paraná, un estado al sur de Brasil, están rodeadas de campos en los que abundan las plantas acostumbradas desde hace tiempo al clima tropical predominantemente húmedo. El maíz y la soja se nutren de la tierra arcillosa, rojiza y fértil, la Terra Roxa, típica de la región. La floreciente agricultura del lugar se debe también a una mujer que ha prevalecido en un ámbito dominado por los hombres: Con su energía y determinación, Carla Sanches Rossato inspira a otras mujeres en la agricultura, gana premios por sus habilidades de gestión agrícola y utiliza sus ideas con visión a futuro para continuar con éxito las operaciones agrícolas de su familia en su tercera generación.
“Siempre he amado la agricultura”. Es una afirmación que describe la vida de Carla Rossato en pocas palabras. Ya de niña, la granja de sus padres era el lugar donde se sentía más contenta. Durante sus años en la escuela, Carla aprovechaba cada minuto libre para estar en el campo: montando a caballo entre ganado y vacas, conduciendo un tractor ya a los siete años, sentada al volante de la camioneta siendo una adolescente para hacer recados. Ésa fue su infancia y juventud.
Y nada de eso ha cambiado hasta el día de hoy. El título de medicina veterinaria de Carla refleja su pasión por los animales, pero su educación universitaria no le impidió seguir los pasos laborales de sus padres: “Siempre he intentado emular a mi padre”, dice Carla. La tradición agrícola de su familia se remonta a más de medio siglo. Su padre, José Roberto, y su madre, Deusa, compraron su primera parcela a mediados de los años setenta. Hoy los Rossato trabajan con otros cuatro miembros de la familia y doce empleados para cultivar varias hectáreas de tierra en distintos lugares. En la granja de Marambaia se cultiva soja y maíz desde 2012. Además, mantiene una reserva medioambiental de 268 hectáreas. En las fincas Bom Jesus y São José se cría ganado y se cultiva soja y maíz. El éxito de las operaciones agrícolas de la familia Rossato también puede atribuirse al importante papel que desempeña la agricultura en la economía brasileña: La industria agrícola emplea al 9% de la población del país sudamericano y representa actualmente alrededor del 25% del PIB de Brasil. Brasil, uno de los mayores productores de soja, caña de azúcar, maíz, café, aves de corral y carne vacuna del planeta, suministra una gran parte de los alimentos del mundo.
#ThinkingInGenerations: Sanches Farm, Brasil
Aceptar formar parte de la sucesión familiar fue mi decisión. No lo vi como una obligación. Mi padre sigue involucrado. Es él quien sigue a mi lado hasta el día de hoy.
Trabajo duro y aprendizaje enriquecedor
Carla ha desempeñado un papel decisivo en la evolución de las operaciones agrícolas de su familia desde principios de los años 2000, cuando se incorporó oficialmente al negocio tras finalizar sus estudios universitarios. Cuando empezó, Carla no gozaba de ningún bono filial: recibía un salario pactado, ningún privilegio especial y la misma jornada laboral que el resto de empleados de la granja. “He trabajado mucho y mi padre me ha tratado como a los demás trabajadores”, dice Carla.
Al mismo tiempo, también sintió la confianza que sus padres le brindaron desde el principio, le dieron espacio y libertad para desarrollarse. Carla asumió la dirección de la granja hace más de doce años, y comenta: “Aceptar formar parte de la sucesión familiar fue mi decisión. No lo vi como una obligación. Mi padre sigue involucrado. Es él quien sigue a mi lado hasta el día de hoy.”. Los buenos resultados que ha obtenido dan fe de la confianza que sus padres han depositado en ella: "Con los años, Carla ha continuado el trabajo que empezamos y lo ha perfeccionado", dicen orgullosamente sus padres, que reconocen el arduo trabajo de su hija.
No confía en el azar, a sus 46 años, Carla lee e investiga constantemente y trata de mantenerse bien informada. Antes de empezar a cultivar una variedad, Carla realiza ensayos: “Sólo amplío la superficie de cultivo cuando veo los resultados que quiero.” Este enfoque la ha ayudado a ganarse a su padre cuando ha querido introducir nuevas prácticas o ideas. “No es que no aceptara mis ideas”, recuerda Carla. “Pero sí tenía que demostrarle por qué quería hacer algo, por qué nos beneficiaría y cómo nos beneficiaría aún más hacerlo”. Reflejando esto, Carla ha estado cultivando variedades de KWS en algunos de los campos de la familia Rossato. El especialista en semillas KWS inició sus actividades en el mercado brasileño en 2012 y desde entonces ha visto aumentar su cuota en el mercado de semillas de maíz de alrededor del tres por ciento a cerca del diez por ciento. Esto convierte a KWS en la marca de mayor crecimiento en el mercado brasileño por tercer año consecutivo. En particular, Carla confía en “K9606 VIP3”, un híbrido de maíz que demuestra una especialmente alta estabilidad de rendimiento y es el híbrido más cultivado en Brasil en la actualidad.
Carla considera que un suelo sano es la base del éxito de una cosecha, por lo que analiza los suelos de las operaciones agrícolas durante todo el año. “De nada sirve utilizar el mejor fertilizante si el suelo no está lo suficientemente equilibrado como para absorber y retener los nutrientes del fertilizante”, afirma Carla, que considera los avances realizados en tecnología y digitalización como las mayores transformaciones de la agricultura en los últimos años. El progreso puede mejorar mucho, pero incluso la mejor tecnología sirve de poco si el suelo permanece desequilibrado, señala.
Un modelo a seguir para otras mujeres
La visión de futuro de Carla y su continuo afán por innovar le han otorgado la reputación de experta, una reputación que se extiende más allá de las fronteras de Paraná. En 2022, esta agricultora pionera ganó el premio “Productor 4.0” en AgroBIT Brasil. “ ”La innovación y la tecnología me entusiasman”, afirma. “Mi objetivo es utilizar un enfoque digital para supervisar y aumentar de forma sostenible la producción en nuestra propiedad, y hacerlo con menores costos y la correcta aplicación de los insumos. Hoy en día, todas nuestras máquinas están conectadas en red”. Carla también recibió el Premio Mujeres del Agro 2019 por su competente trabajo de gestión, al respecto dijo: “Este premio me ha demostrado todo lo que he logrado. Es importante demostrar que todo lo que hacemos marca la diferencia.” Carla también atribuye su éxito al apoyo que ha recibido de sus padres: “Esto no es para mujeres” nunca fue una frase pronunciada por su padre. “Al contrario, siempre me ha llevado con él y se ha empeñado en enseñarme.” Ahora se ha convertido en un modelo para otras agricultoras, y las jóvenes acuden a ella en busca de consejo y apoyo. “Siempre intento ayudar”, dice Carla, que ve forma absolutamente positiva el creciente número de mujeres que se incorporan a la industria agrícola en Brasil : “La agroindustria ha dado un salto enorme en términos de tecnología, innovación y sostenibilidad, especialmente en mi región, gracias a mujeres dedicadas”, afirma, y añade: “Esto se debe a que las mujeres no tienen miedo de cometer errores.”
Carla dirige sus operaciones agrícolas como una companía y subraya que no descuida la comunicación con nadie: “Me gusta intercambiar ideas; nuestra historia ha crecido gracias a ello.” El siguiente capítulo de la historia de las operaciones agrícolas de la familia Rossato está a punto de escribirse con Fabio Roberto, sobrino de Carla. Carla tiene una relación especial con este joven de 28 años, y explica: “No tengo hijos, y siempre digo que él es como un hijo para mí”. También dice que le exige mucho a su sobrino y a menudo le dice: “No tenemos tiempo para sentarnos y relajarnos.” A final de cuentas, el género no importa: El objetivo, según Carla, es no dejar nunca de mejorar. Seguir cultivando las plantas más fértiles de Terra Roxa para las generaciones venideras.
Antecedentes de KWS
Estación de fitomejoramiento de KWS en Petrolina:
Invernadero a cielo abierto
Fuerte radiación solar, limitadas precipitaciones, poca humedad: El calor seco es una característica constante de Petrolina, en el noreste de Brasil. Las condiciones son óptimas para que KWS cultive plantas ahí. La estación de fitomejoramiento de 89 hectáreas es una de las más de 50 que KWS tiene actualmente en todo el mundo. “Es un invernadero a cielo abierto”, explica Weber N. Moreira Jr., Director de Fitomejoramiento de Maíz de KWS Brasil. Y es que las condiciones climáticas especiales de Petrolina permiten cultivar plantas en el lugar durante todo el año. La estación de fitomejoramiento se centra en el cultivo de maíz, sorgo, girasol y vegetales. Su objetivo es acelerar el desarrollo de nuevos híbridos y ofrecer variedades adaptadas a los agricultores de Brasil y de otros países. KWS se dedica al fitomejoramiento selectivo tanto para aumentar el rendimiento como para impulsar la sostenibilidad y la eficiencia en la agricultura, por ejemplo, aumentando la tolerancia de las plantas a las enfermedades facilitando a la vez la reducción del uso de pesticidas.